Un ataque de denegación de servicio (DDoS, por sus siglas en inglés) es un intento malicioso de interrumpir el funcionamiento normal de un servicio, red o sitio web, haciendo que sea inaccesible para los usuarios legítimos al inundar el objetivo con un gran volumen de tráfico, solicitudes falsas o actividades maliciosas. El objetivo principal de un ataque DDoS es abrumar la capacidad del sistema objetivo para manejar el tráfico, lo que resulta en la degradación del servicio o incluso en la interrupción total.
**Historia:**
Los ataques de denegación de servicio no son un fenómeno nuevo y han evolucionado a lo largo de los años. Unos de los primeros casos notables ocurrieron a mediados y finales de la década de 1990. Un ataque DDoS destacado fue el ataque distribuido de ping (Ping Flood) que afectó a varios sitios web importantes en 1999.
Sin embargo, uno de los eventos más conocidos que puso los ataques DDoS en el mapa fue el ataque a la infraestructura de Internet de Estonia en 2007. Este ataque, conocido como "ciberprotestas" o "ciberdisturbios", involucró una serie coordinada de ataques DDoS contra sitios web gubernamentales, medios de comunicación y empresas estonias. Aunque los motivos detrás del ataque fueron políticos, el incidente resaltó la vulnerabilidad de las naciones a este tipo de ataques.
**Funcionamiento:**
El funcionamiento básico de un ataque DDoS implica la sobrecarga de los recursos de un sistema objetivo. Aquí hay algunas formas comunes en que los atacantes llevan a cabo estos ataques:
1. **Ataques de saturación de ancho de banda:** Consisten en inundar la red del objetivo con una cantidad abrumadora de tráfico, lo que provoca una saturación del ancho de banda y hace que los servicios sean inaccesibles para los usuarios legítimos.
2. **Ataques de saturación de recursos del servidor:** Se centran en abrumar los recursos del servidor, como la capacidad de procesamiento, la memoria o la capacidad de la CPU. Esto puede hacer que el servidor sea incapaz de responder a las solicitudes legítimas.
3. **Ataques de agotamiento de conexiones:** Pretenden agotar las conexiones disponibles en el objetivo, como las conexiones TCP, para que el servidor no pueda aceptar nuevas conexiones válidas.
4. **Ataques de aplicación:** Se dirigen a vulnerabilidades específicas en aplicaciones web, con el objetivo de agotar los recursos del servidor o interrumpir la funcionalidad normal de la aplicación.
Para llevar a cabo un ataque DDoS, los atacantes suelen utilizar redes de dispositivos comprometidos llamados "botnets". Estos dispositivos, que pueden incluir computadoras, servidores y dispositivos IoT infectados, son controlados de manera remota por los atacantes y utilizados para lanzar el ataque de manera coordinada. La distribución del ataque entre múltiples dispositivos dificulta la mitigación y la defensa contra estos ataques.
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